Este es el lugar donde la propietaria quiso reconectar plenamente con la herencia de su abuela y donde construyó su propio retiro. Situado solo en una bahía, el lugar ha sido diseñado para vivir en armonía con su entorno natural. Hay dos casitas entre los olivos. Se recoge el agua de lluvia y se aprovecha el sol para obtener luz y electricidad. El lugar se ha diseñado para nutrir el cuerpo y el alma. Su visión es convertirse en un terreno de encuentro fértil para el cambio, el arte, el liderazgo y el bienestar que inspire una vida sostenible basada en el «inter-ser». La misión de este proyecto es ser un espacio de prácticas enriquecedoras centrado en la regeneración de la tierra y el fomento del potencial humano y la creatividad individual y colectiva.