La bodega Barco del Corneta se encuentra en un edificio histórico con casas castellanas del siglo XIX y bodegas subterráneas. La bodega, que ocupa una antigua sala de reuniones del pueblo, tiene una gran importancia cultural. La reutilización de estructuras como establos y gallineros para la elaboración del vino mejora la inmersión cultural de los visitantes y muestra los métodos tradicionales y el rico patrimonio del pueblo.
La bodega se basa en prácticas regenerativas de producción, con especial atención a la agricultura ecológica. El uso de abonos orgánicos y el trabajo manual favorecen la vida del suelo, mientras que la conservación de la cubierta vegetal natural minimiza el laboreo. Estas y otras prácticas regenerativas contribuyen a mejorar la estructura del suelo, retener el agua y reducir la erosión y la escorrentía. Estas medidas mejoran la salud del viñedo a largo plazo y, por tanto, la calidad de los vinos producidos.
El énfasis en la calidad por encima de la cantidad, combinado con las prácticas regenerativas, da como resultado vinos con sabores únicos y complejos que reflejan el terruño del viñedo. Esto no sólo mejora la experiencia global de los visitantes, sino que también conduce a un modelo de negocio más resistente. Al dar prioridad a la sostenibilidad y a la agricultura regenerativa, Barco del Corneta garantiza la longevidad de su viñedo, lo que repercute positivamente en el medio ambiente y en la calidad de sus vinos.